Cumplir con la ley también puede ser una estrategia de crecimiento.
La Ley 20.393 no solo evita sanciones legales, sino que fortalece la reputación y cultura interna.
Implementar un modelo de prevención del delito permite a las empresas establecer procesos éticos, identificar riesgos y actuar proactivamente ante irregularidades. Esto se traduce en mayor confianza de clientes, inversionistas y autoridades, mejorando la sostenibilidad del negocio en el tiempo.